La albañilería existió desde tiempos tan remotos como el origen del hombre, su forma inicial podría haber sido los muros hechos con piedras naturales trabajadas y adheridas con barro.
En el siglo XVIII, el conjunto de Revolución Industrial (que comenzó en Inglaterra), empezó la industrialización en la fabricación de ladrillos, las máquinas trituradoras, mezcladoras y prensas para moldear mecánicamente el ladrillo aunque según se dice, se empleaba 2 Kg. de carbón para hornear 1 Kg de arcilla.
Cerrando la historia indicaremos, que el estudio racional de la albañilería se inició recién a partir de los ensayos llevados a cabo en los Estados Unidos(1913) y en la India (1920). En el Perú, los primeros ensayos sobre elementos de albañilería se realizaron en la década de los 70 y los escasos resultados alcanzados hasta el año 1982, fueron utilizados para la elaboración de nuestro primer reglamento relativo específicamente a la albañilería a la fecha continúan las investigaciones. (Zevallos, 2017)
La albañilería es un oficio que tiene diversos matices en el territorio, es decir, sus técnicas y sus materiales pueden variar según la región. Sin embargo, es una actividad muy poco documentada, desde el análisis sistemático en sus prácticas y saberes y sus posibilidades en la educación matemática.
Algo muy importante que debemos tener en cuenta es que la formación en el oficio es un camino constante a lo largo de todo nuestro desarrollo profesional. A medida que ampliamos nuestros conocimientos teóricos y que desarrollamos una práctica sostenida en el tiempo sobre las distintas tareas del oficio, nos vamos jerarquizando en nuestro trabajo.
Cuando hablamos de jerarquización en el trabajo, nos referimos a que debido a una mayor experiencia y formación en el oficio, nos vamos capacitando poco a poco para realizar tareas de un grado más importante de complejidad y con mayores niveles de responsabilidad. En el ámbito laboral esta jerarquización nos puede ayudar a aumentar nuestros ingresos y, por lo tanto, nuestra calidad de vida.
En la albañilería, se presenta una jerarquía, definida descendentemente así:
- Maestro de Obra: “No se unta”, coordina toda la construcción, entrega materiales.
- Oficial: “Sabe de todo, por ejemplo, arma cajones de las vigas y columnas y así…”
- Ayudante Práctico: “Sabe armar castillos”
- Ayudante: “Ese es el que mezcla, carga ladrillos, bultos y eso…”.
Iniciarse en la albañilería implica un aprendizaje por medio de una tradición oral y empírica o de la copia de modelos ya construidos y culturalmente valorados, sobre los cuales son introducidos variantes que sin duda son originales.
Información de:
PLATA, U. N. (s.f.). ALBAÑILERIA. Plata: UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA.
Zevallos, I. (2017). Historia de La Albañilería. Puerto Maldonado: 2019.